FUI ADOPTADA ILEGALMENTE Y BUSCO MI VERDADERA IDENTIDAD BIOLOGICA

Mi nombre es Ana María Burgio y fui adoptada ilegalmente en San Rafael, Mendoza, y llevada e vivir a San Isidro hasta los 5 años, cuando mis padres adoptivos decidieron volver a vivir a San Rafael.El año pasado recibí una llamada en la que me dijeron que era adoptada. nunca lo sospeche, pero al averiguar me di cuenta que era la única que no lo sabia. Instintivamente me dirigí a una tía que resulto ser "el contacto" de mi adopción.
Dice no recordar mas que el nombre de mi verdadera mamá, Liliana, y que tenía 14 años,y que era alumna de 7ª grado de la Escuela Villa Nueva de esta ciudad,pero que ella era la Directora de la escuela y no existen papeles para averiguar más datos. Que estuvo viviendo en su casa hasta que nací, pero que de un día para otro desapareció y nunca supo de ella, después otro día al preguntarle me dijo que unos años después de mi nacimiento, la había encontrado y le había preguntado por mi y había afirmado que era lo mejor haberme dado, cuando volví a preguntar me dijo que se había dedicado a la prostitución y se había muerto hace muchos años, que me quería pero su condición socio-económica le impedía tenerme con ella, una prima le pregunto a su madre y le dijo que cree que mi fecha de nacimiento y lugar de nacimiento son correctos, 30 de junio de 1968 en el Hospital Teodoro J. Stchestakow, de la ciudad de San Rafael.Mi mama adoptiva vive conmigo, y no he podido blanquear esta situación con ella, no me animo a enfrentar esta situación, al principio decía que lo hacia por ella, pero creo que soy yo la que temo el desenlace, o como lo pueda tomar, la verdad es que la adoro, y se que ha sido una buena madre. se que esto no justifica todo lo que significa la ilegalidad y el sufrimiento interno que he padecido desde entonces, tengo ansiedad desesperada por conocer mi identidad, pero no quiero involucrarla a ella.Una amiga fue al hospital pero le dijeron que no pueden darme ninguna información si no es pedida por medio del juzgado de Familia, y con un argumento valido.
Muchas gracias.
Ana María Burgio